Los de Albacete, ese grupo que no para de hacerse más y más grande, ofrecieron toda una lección en directo. El hueco en la escena ya lo tenían trabajado de antes. Ahora han llegado a cotas más altas, y después de girar por Europa, se puede decir que es el mejor grupo castellano de thrash metal.
Presentaron sobre todo los temas de su nuevo disco, Clockwork, que mejora los dos anteriores, aunque también retomaron algunos más antiguos. Hasta se atrevieron con la versión de Iron Maiden que incluye como bonus track su último trabajo, Be quick or be dead (muy apropiada para convertirla en thrash), que terminó de calentar al respetable. De hecho, la sala estaba llenísima, con gente hasta en la puerta. El País Vasco recibió a la banda como se merece y el público estuvo toda la actuación muy receptivo, wall of death incluida. Los temas sonaron de escándalo, ayudados por la impecable actitud y el carisma del cantante. Tenían ganas de volver a Bilbao. Su estilo gusta por lo clásico que suena siempre, aunque flirtean con pasajes más modernos, muy contundentes. En directo fueron muy rápidos, afilados. Una apisonadora. El año que viene vuelven al extranjero. Les espera un largo camino por delante, pues Angelus Apatrida ya se ha gradudado en grupo grande.
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